Perdóname, Sam. No está bien
abandonarte en este tren abarrotado de viajeros con destino incierto y salir,
así, en la noche, saltando al convoy que paró al otro lado de la vía, para
volver a París….
Te he dejado mi maleta y el dinero
para que, cuando llegues a Marruecos, busques una ciudad bonita, un local
espacioso, dos mesas de juego que parezcan limpias y un buen piano. Practica
mucho mientras me esperas.
Yo vuelvo a París, para encontrarme
con ella, que es un ángel, o con los alemanes, que son más feos; para toparme
con la vida o con la muerte; para morir de amor o por la libertad; para caer en
manos de la Gestapo o desfilar bajo el majestuoso arco de triunfo…
Ensaya mucho, Sam, mientras regreso,
Tú sabes qué canción me gusta, y compréndeme, Sam: tú no eres Ingrid Bergman,
pero yo sí soy Humphrey Bogart y jamás consentiría que un guionista imbécil o
interesado me separara de ella.
Afina bien el piano para que escuche
lo que sí quiero y no quiero oír. La vida en esta Francia sin libertad es en
blanco y negro, y yo, la quiero en color.
Perdóname, Sam.
Fernando
Escudero Oliver
(Microrrelato seleccionado y publicado este año 2015 por la Biblioteca
de Autores Latinoamericanos de Seattle (USA),
en el I Certamen Mundial Excelencia Literaria MP Literary Edition).
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